Receptora e identitaria
Cataluña se siente orgullosa de su lengua, su historia y su gastronomía, cuyas raíces empiezan ya con libros escritos en la Edad Media y que ha sido receptora de influencias de todo el mundo
Siendo catalana he podido ver desde cerca el surgimiento de más y más restaurantes y de la especialización de la alta gastronomía. Siempre me he sentido identificada con el “aquí es menja molt bé” (“aquí se come muy bien”) pero hasta que no he investigado sus orígenes no he sabido apreciarla del todo. Ahora sé que es una gastronomía antigua, que se nutrió de todas las influencias que le llegaron desde lejos y que inspiró, ya en la Edad Media, muchas de las gastronomías europeas. Te invito a que la conozcas más de cerca conmigo.
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LOS PLATOS
Los platos catalanes son representación del carácter de su pueblo. Buscando siempre el equilibro entre rauxa y seny, encuentran el lugar perfecto entre los ingredientes de temporada, las picadas escondidas entre salsas y guisos (que empiezan en sofregit) y los dulces festivos.
LOS INGREDIENTES
Con ingredientes traídos de todo el mundo por fenicios, griegos, romanos, árabes, visigodos y castellanos Cataluña ha conseguido cultivarlos todos en la fertilidad de sus diferentes zonas climáticas. Con una costa llena de pescado y marisco, montañas entre las que destacan los Pirineos donde se hacen quesos y embutidos tradicionales y llanuras para hacer crecer frutas y verduras, en Cataluña se pueden encontrar todas las joyas características del Mediterráneo.
MÁS HISTORIAS
Descubre conmigo algunos de los procesos artesanales más tradicionales de Cataluña que nutren multitud de platos y fiestas populares. Pude aprender sobre ellos y fotografiarlos de primera mano en la granja que tienen mis tíos en el interior de la región. ¡No te los pierdas!
La escudella era uno de los platos invernales más consumidos en Cataluña desde la Edad Media y ahora es una representante de la Navidad