EL ORÉGANO
El orégano salió del Mediterráneo para conquistar la América italianizada
El orégano es una planta perenne que crece espontáneamente en toda el área mediterránea y suroeste asiático. Se usa como hierba aromática por sus pequeñas hojas redondas y ha llegado hasta la otra punta del mundo donde se consume a la manera italiana.
El nombre de esta planta viene del griego ὄρος (óros, “montaña”) y γάνος (gános, “brillo”), “el brillo de las montañas” fue creada por Afrodita según el mito para alegrar su jardín. Los griegos tenían gran estima a la planta y la usaban como medicina y como símbolo. Se adornaba a los recién casados con coronas de orégano para que les trajera la felicidad y se esparcían sus hojas sobre las tumbas para aliviar los pesares de los muertos. Como medicina se mascaban sus hojas contra los mareos y se condimentaba la carne de cabra y de oveja con ellas para potenciar su sabor.
Los romanos también consumieron la hierba y la usaron como medicina para aliviar el dolor muscular haciendo una crema con su aceite. Ellos la distribuyeron por el Mediterráneo y la llevaron hacia el norte de Europa donde se tenía que cultivar como una planta anual pues no sobrevivía los duros inviernos.
Durante la Edad Media se siguió usando más como remedio casero que como hierba aromática. Se solían mascar las hojas para curar diversas dolencias como el reumatismo, el dolor de muelas o la indigestión. Cuando llegó hasta el extremo oriental de Asia con los exploradores europeos también tomó cierta relevancia como medicina. Actualmente el compuesto aromático timol presente en el orégano se ha relacionado con mejoras respiratorias y a menudo se incluye en medicamentos para aliviar los síntomas de resfriados. Según la variedad de orégano puede presentar más timol, recordando al sabor del tomillo (típicamente en variedades italianas, turcas y españolas), o más carvacrol, otro compuesto fenólico que le da su distintiva cualidad penetrante (típico de las variedades griegas).
En Grecia se usan sus hojas para coronar ensaladas y aliños a base de aceite de oliva y limón. En Turquía se utiliza para dar sabor a carnes, especialmente al cordero, y junto al pimentón, la sal y la pimienta es un complemento perfecto para los kebabs. En el Medio Oriente se utiliza una variedad llamada Origanum syriacum o za’atar y se consume sobre pan plano y como parte de una mezcla de especias con el mismo nombre que también lleva semillas de sésamo y zumaque.
Su uso se extiende a muchos otros lugares del Mediterráneo, pero en el país donde ha tomado más relevancia es en Italia, especialmente en las provincias meridionales. De allí fue desde donde salió para conquistar muchos otros lugares del mundo. Después de la Segunda Guerra Mundial cuando los soldados estadounidenses volvieron a casa se trajeron el gusto por el orégano. Esto fue apoyado por los inmigrantes sicilianos y napolitanos que dejaron sus tierras y llegaron a los Estados Unidos y Argentina popularizando el uso de la hierba y relacionándolo con un plato que revolucionó la escena americana: la pizza.
En su lugar de origen se consumía y se sigue consumiendo con carnes y pescados asados, salsa de tomate y junto a hojuelas de chile. En el norte de Italia su uso no es tan frecuente pues se suele preferir una especia que es hermana del orégano: la mejorana (Origanum majorana). Hay otras hierbas que se suelen confundir con el Origano vulgare al haber tomado su nombre. El llamado “orégano mexicano” se trata de varias plantas pertenecientes al género Lippa (Lippa gravolens y Lippa berlandieri), de la familia de las verbenas, y tiene un sabor mucho más intenso y menos dulce. En Cuba se habla de “orégano” pero la mayoría de veces se está usando una especia que pertenece a la familia de las mentas asiáticas (Plectranthus amboinicus).
Una ensalada fresca que a la vez hace de tostada