EL CEBOLLINO AJO
El cebollino ajo o cebollino chino es uno de los cultivos más importantes en términos comerciales del género Allium (el mismo de las cebollas, los ajos, la cebolleta, etc.) en el Este Asiático
Se cultiva mayoritariamente en China, Japón, Corea y Vietnam, pero está introducido en la mayoría de países asiáticos y bastante recientemente se ha llevado también a las islas caribeñas, los Estados Unidos y algunos territorios europeos.
Aunque aún hay dudas acerca del cuándo y el cómo, se cree que Allium tuberosum se debió crear a partir de la selección y domesticación de un ancestro salvaje que aún se desconoce. Probablemente se produjo en el norte de China hace más de 3000 años ya que la especie se menciona en el clásico chino Libro de Poesía compilado durante la dinastía Chou (inicios del primer milenio a.C). Existe todavía una especie salvaje (Allium ramosum) muy similar al cebollino ajo en el sur de Siberia, Mongolia, el norte de la China y Corea del Norte, pero actualmente no se considera el ancestro de Allium tuberosum sino una especie que surgió a la vez de un ancestro común.
Una vez se empezó a domesticar la planta, creándose así una especie nueva y distinta de su original salvaje, se distribuyó por otras regiones del Este Asiático a través del comercio y de las migraciones de sus gentes. Su cultivo se desarrolló en zonas templadas o frescas ya que la planta crece mejor si no sufre altas temperaturas. Normalmente la plantación se hace en invierno para poder sembrar en primavera cuando los tallos son verdes y aparecen las primeras inflorescencias, muy apreciadas en algunas gastronomías asiáticas para dar sabor a las sopas. En verano las plantas florecen y se pueden recoger como ramos decorativos por sus delicadas flores blancas y a veces violetas.
En general, se utilizan sus tallos largos y verdes para complementar platos, sobre todo asiáticos, como los salteados de verduras, fideos o arroz, como el pad thai; o dentro de los rollitos de primavera. Se suelen añadir al final y no durante la cocción ya que son muy sensibles al calor y pueden perder su ligero sabor a ajo. En la medicina china se han usado desde hace siglos como remedio casero contra varias dolencias. De hecho, se cree que alivian la hemorragia, calientan el riñón y pertenecen a un “yang” beneficioso por lo que se puede consumir en forma de jugo para calmar varios dolores.